Este texto estudia la relación del par urbano peatón-conductor. La relación estaría tensionada por violencia, que en casos extremos lleva a la muerte. La relación peatón-conductor estaría dada por un intercambio de miradas, desarrollos gestuales y corporales de movimientos semi-coordinados.
En un primer momento, se plantean (1) las estrategias gestuales que usan ambas partes de la relación. En un segundo momento, se toma como caso ejemplar la reacción de la sociedad civil contra los autos como lo llevó adelante (2) la asociación civil que legalizó la protesta en intervenciones urbanas: Estrellas Amarillas.
Ambos casos buscan cómo se modifican los flujos vehiculares. La presentación es parte de un proyecto más amplio que cuestiona la sociabilidad urbana, las movilidades y los automatismos. Se busca ver la manera en que tanto (1) las relaciones de tráfico como (2) los reclamos visuales aporten a maneras diferentes de cruzar la calle, y vivir la ciudad.
Este texto busca aportar elementos para entender la relación del par urbano peatón-conductor. Este binomio se da por la acción de los elementos al encontrarse, esto es, de manera relacional. Lo cual no implica que cada polo esté siempre en la misma calidad: es decir que peatón puede volverse en otro momento conductor, y viceversa.
La relación entre las partes peatón-conductor estaría tensionada por una cuota de violencia, que en casos extremos lleva a la muerte. En los casos menos límite la apuesta principal de la relación peatón-conductor estaría dada por un intercambio de miradas, del cual resulta un desarrollo gestual y corporal de movimientos semi-coordinados. Cada parte se supondría en lo general formado por personas videntes, aunque los hay peatones no videntes, así como en exageración sarcástica se podría decir igual de algunos conductores, que en un doble sentido no tienen visión o atención perfecto pero tampoco en otro sentido podrían anticiparse, cual vidente, a las acciones ajenas.
En un primer momento, trabajando sobre material etnográfico, se plantean (1) las estrategias visuales y gestuales que usan ambas partes de la relación. En un segundo momento, se toma como caso ejemplar la reacción de la sociedad civil contra los autos como lo llevó adelante (2) la asociación civil que legalizó la protesta en intervenciones urbanas: Estrellas Amarillas. Entre 2008 y 2017 pintaron más de 10500 imágenes a lo largo del país. De esta manera se usa un medio históricamente contestatario, el graffiti, de una manera normalizada, aprobada legalmente, para dar voz a una parte de la sociedad que reclama por una deuda civil.
En un balance, se entiende que ambos elementos puestos en discusión contribuyen a modificar el supuesto normal funcionamiento de los flujos vehiculares de la ciudad. La presentación se enmarca en un proyecto más amplio que cuestiona la sociabilidad urbana, las movilidades, los automatismos, y algunas consecuencias del sistema de circulación vehicular. Se busca ver la manera en que tanto (1) las relaciones de tráfico como (2) los reclamos visuales aporten a maneras diferentes de cruzar la calle, caminar, y en último término de vivir la ciudad.