La Nati Gelfman me manda un artículo interesante sobre un libro nuevo.
Curiosamente en el margen del artículo hay un link a un video documental que parece más atractivo. Tiene el encabezado: Proyecto documental / Esfuerzo, rutina y adicción | 'Running': La gran obsesión.
La adicción al 'running' ha pasado de ser una anécdota a existir como patología clínica, poniendo a unos 75.000 españoles en peligro ya no solo de lesión grave e incapacitante, sino de perder sus propias vidas entregándoselas cada día, kilómetro a kilómetro, al dictador más cruel que existe: ellos mismos. El largometraje documental 'Running, la gran obsesión' se embarca en un viaje científico y emocional para entender este fenómeno
Otros links, en videos breves:
Volviendo a la entrevista del autor del libro, Contra el running: Corriendo hasta morir en la ciudad postindustrial. El título de por sí ya es necesario en el balance de pesos y contra pesos como en cualquier tema. Después veo que es contra el tema de mercado, aplica la misma idea. Pero a la vez desconfío de la manera en que se presenta el tema: empiezan las preguntas de entrevista y todavía no dijo la profesión del autor: ¿es periodista? ¿filósofo, economista, sociólogo, cientista político? Tal vez es abuso de la nota periodística pero no parece serio cuando dice que hay una deconstrucción sin estar seguro de si usan la palabra genéricamente o si hacen a Derrida hacer comentarios políticos. Esto podría ser muy valioso pero no veo que en general pase así. Siempre necesario conseguir el equilibrio antropológico entre acercamiento y distanciamiento.
[Luis de la Cruz] Haciendo del 'runner' en la ciudad neoliberal el centro de su ensayo, el autor lo identifica como la "célula principal del capitalismo en sus raíces" tras una deconstrucción de los valores que nuestra sociedad ha asociado con correr. Detrás de un título provocativo se esconde un paseo crítico por la historia del deporte moderno y de la ciudad actual.
Después el autor hace un balance sensato diciendo que no hay un problema con la actividad de por sí, sino con el abuso de usarlo para justificar acciones y discursos. Coincido con esto. El problema es que ataca un monopolio del discurso y su título acepta ese monopolio como un hecho acabado sin ver más aristas. Forrest Gump tiene efectivamente una aceptación acrítica de todo lo que le ponen en la mano, los pies, o la cabeza. Pero eso no quiere decir que no disfrute de los paisajes y de la vida. Ahora, dicho personaje ¿es individualista? Tal vez todos los corredores tienen un poco de ratón enjaulado que corre sin sentido adentro de una rueda mecánica y/o porque da placer. ¿Pero eso es todo? No lo creo.
No hay nada malo en correr. Simplemente trato de hacer un análisis del discurso de quienes monopolizan la narrativa del 'running' desde posiciones de poder. Nadie sale a correr pensando que está promoviendo una ideología individualista.
Es cierto, sí, que hay una moda y es exagerada y tiene sus niveles de tensión. La vieja escuela dice otra cosa (la de la época en que se desarrolló el "jogging") y la postura de James Fixx y Fred Rohé del correr como algo exploratorio y agradable (no siempre exento de dolores). También se podría decir que eso sintoniza con ideología actual. Pero ¿qué no? Parece una lectura cerrada de más.
'Jogging', 'footing', 'running'… con los años hemos visto como la práctica cambiaba de nombre. Podríamos establecer una diferencia de matiz: 'jogging' hacía referencia a un ejercicio más suave, el 'running' es más intenso, mira más el cronómetro. En realidad, en el libro me refiero a su última mutación, la que se ha convertido en moda masiva, con todo su aparataje de complementos y un discurso público que va más allá de la práctica deportiva. Una cosa es salir a correr y otra el 'running' [...] El 'running' nace en la sociedad estadounidense con la necesidad de poner en forma a las clases medias sedentarias. Tenemos que situarnos en esa Norteamérica del televisor como centro del hogar, en la que la liberación de la mujer iba a venir por los electrodomésticos y el coche era considerado un elemento democratizador.
¿Hay una correlación entre mercado, moda y running? Probablemente. Pero esto es aplicable a virtualmente todo. Por eso me parece que tiene un poco de ceguera o tendencioso al englobar todo como parte de un fenómeno mundial sin resaltar la especificidad de esta práctica: es decir, criticar algo porque está inserto en el mercado o lo promueve hoy es aplicable a la mayoría de las cosas que circulan en el mundo. ¿Está mal que la gente viva en casas porque es acorde a una ideología no comunitaria? Y en cierta medida sí, pero hacer la crítica parece un poco vacío, más bien lo que ayuda a avanzar es hacer una descripción detallada y las posibles salidas; no simplemente decir "esto no ayuda".
[coincidencia que cuentas entre su expansión y la de Nike.] [A principios de los sesenta Bill Bowerman] desarrolló la técnica de salir a “trotar” en grupos para ponerse en forma. [...] El propio Bowerman, autor de un 'best seller' llamado Jogging: a physical fitness program for all ages, es también uno de los creadores de Nike. No pretendo sacar grandes conclusiones de la casualidad pero, a efectos de criticar la mercantilización extrema del deporte en el capitalismo global, me parece bastante sugerente.
Hay sí, un cierto nivel de autoayuda, y de abuso de discurso de emprendimiento en los panfletos más marketineros. Pero de nuevo, está en todo. ¿Alguien que hace dieta es individualista? Falta más información de por qué antes había jogging y era menos ideológico y ahora sí lo es. ¿Por el aumento demográfico mundial?
[¿Qué ideología hay detrás del 'running'?] Las ideas que hay detrás del 'running' son sospechosamente muy similares al discurso de los libros de autoayuda y de emprendimiento. Se promueve el espíritu de superación y de perseverancia pero siempre enfocado a la productividad personal, a la competitividad y al individualismo.
Me gusta la idea de que hay una visión moral del correr. Y también da cuenta de que el corredor puede tener motivos personales para hacer su actividad. Y al mismo tiempo sí coincido en que el discurso omite cualquier consideración que no sea individual. Pero esto es lo que el discurso general propaga. Cuando uno se acerca un poco más, ya ve que para realmente correr, un ultra por ejemplo, necesitás el apoyo de un montón de gente.
El interés primero es el propio personal y el que cada uno quiera, pero el discurso creado alrededor del 'running' sirve a los intereses de la clase dominante de extender la ideología del capitalismo contemporáneo, una ideología que incluye el individualismo extremo y la aversión al trabajo en equipo. Hay una visión moral del correr, no es solo una práctica deportiva ya que está bien visto y está relacionado con el culto al cuerpo. Se asocia ser una persona exitosa con practicar deportes bien vistos por el 'establishment'. Por esta razón es recurrente la imagen de políticos corriendo en campaña electoral.
Anti-hedonismo. Ese sí que puede ser un valor fuerte. Podría leerlo junto con Crisorio sobre las prácticas corporales griegas. También la segregación espacial (y por ende de tiempo) de toda la población es un dato importante de actividades físicas individuales vs grupales.
El Imperio británico llevó sus deportes a todo el mundo y le sirvió a sus fines. Al igual que al salir al correr no se tiene en mente hacerle el juego al capitalismo actual, jugar al fútbol tampoco, pero también servía estructuralmente al capitalismo industrial. Era un correlato del trabajo en la fábrica que buscaba disciplinar a las gentes y sacar a los obreros de la taberna. Es ingenuo pensar que en las fases posteriores del capitalismo el deporte no sirve a estos valores. En la medida que el capitalismo pasa a ser posindustrial, pierden peso las organizaciones obreras y la práctica de los deportes de equipo mientras que los deportes individuales han ido ganando adeptos. [...] Los horarios de trabajo y las distancias de las grandes ciudades dificultan quedar con los amigos para jugar al fútbol, pero sí es posible ir a correr o al gimnasio al salir del trabajo.
Desacuerdo simple y llano con bici vs correr: pero es bueno usar ambos juntos para confrontarlos con la ciudad.
Las bicis críticas desafían el diseño de la ciudad al promover el uso de la bicicleta, ocupan el espacio público y cuestiona la ciudad al servicio del automóvil. En cambio correr no pone en cuestión nada y no es conflictivo
Correr puede generar plata turísticamente:
En el libro pongo el ejemplo de San Sebastián pero puedes encontrar una sección sobre el 'running' en casi todas las webs municipales de promoción turística. Es una práctica comercialmente muy apetecible. Los maratones dejan pingües beneficios en las ciudades porque están de moda. Hay toda una industria alrededor como las agencias de viajes que hacen paquetes para ir viajando de maratón en maratón en todo el mundo.
¿Anarquismo y deporte se han buscado distanciar? Acá la forma del artículo se empieza a desdibujar y el entrevistado hace preguntas acertadas de que la conexión deporte > capitalismo no es evidente. Y que el orden político tampoco es cerrado en ese mismo sentido.
P: Caracterizas el deporte como una “herramienta de socialización en la ética burguesa del trabajo” y como “instrumento de aculturación imperialista angloamericano desde el siglo XIX” pero tuvo cabida en las escuelas progresistas y la pedagogía socialista y anarquista.
R: Hasta la Segunda Guerra Mundial existe un movimiento obrero muy fuerte que utilizaba el deporte como herramienta para que los obreros se acerquen a los partidos socialistas y comunistas. Los anarquistas huyeron de los deportes competitivos al entenderlos como burgueses, por surgir como entretenimiento de las élites, optando más por la gimnasia. Cuando los obreros sobrepasan el umbral de la supervivencia gracias a sus huelgas y su asociacionismo, nace la sociedad de masas. Al tener tiempo libre y dinero para gastar se mercantiliza el espacio público de manera masiva y lo que ha sido una conquista es una nueva oportunidad de negocio para los capitalistas. Lo mismo ocurre con la extensión del deporte.
P: No solo los países capitalistas han usado el deporte como propaganda. También lo hicieron los países socialistas.
R: En el discurso de competitividad nacionalista del deporte profesional durante la Guerra Fría, el bloque del Este usa las competiciones deportivas como escaparate para mostrarse como un modelo triunfador a Occidente y para legitimarse internacionalmente a través del deporte.
Comentando sobre los JJOO y ciudades gentrificadas puede encontrarse argumentos muy razonables:
P: Dices en el libro que Barcelona marca dos puntos de inflexión con las Olimpiadas Obreras de 1936 y los Juegos Olímpicos de 1992, ¿de qué forma?
R: El 19 de julio de 1936 iba a comenzar una Olimpiada Obrera y Popular con 6.000 personas de 22 países diferentes. Buscaba promover valores de no competitividad, obreros y no nacionalistas pero el golpe de Estado impide que se celebre. Algunos de estos deportistas se alistaron a las milicias populares. Es la última gran cita del deporte contrahegemónico. En la Transición hay un auge del asociacionismo y mucho deporte de base como las carreras populares, organizadas por los propios vecinos, pero finalmente decae y los Ayuntamientos asumen su gestión. Barcelona 92 es el ejemplo del deporte ya absolutamente institucionalizado y de la comercialización masiva. Los Juegos Olímpicos transformaron profundamente la ciudad y significó la expulsión de lo feo y un proceso de gentrificación violento.
Barcelona ha recibido sus dosis de críticas, y Rio de Janeiro también más recientemente por parecidos motivos. Turismo implica a veces expulsión y militarización contra poblaciones desprotegidas. Un tema que podría quedar en el tintero sería turismo vs gentrificación. No es seguro que sea posible, pero en San Pablo había algo de esto: había graffitis para mostrar en un tour en las calles más cuidadas de la ciudad, y a la vez se enseñaban esas técnicas en los barrios más pobres. Claro que se puede hacer crítica siempre a expandir el modelo hegemónico, pero también da chances a chicos que quieren pintar.
P: En un artículo sobre Barcelona 92, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau ha definido los Juegos Olímpicos como “el cambio urbanístico y social más importante que ha vivido Barcelona durante el siglo XX” y cree que la ciudadanía “recuperó su orgullo de ciudad y mejoró su calidad de vida”. ¿Qué te parecen estas declaraciones?
R: Me llama la atención que Colau no se salga ni un ápice del discurso de consenso sobre las consecuencias urbanísticas de Barcelona 92. Peor aún que no tenga una sola palabra para lo que se perdió y sobre la gente que se expulsó del centro de Barcelona. Hay voces autorizadas, como el Observatorio de Antropología del Conflicto Urbano (OACU), que han puesto de manifiesto el nexo entre las Olimpiadas y el modelo turístico actual, algo que Barcelona en Comú tanto criticaba antes de gobernar.
Sí hace falta definir modelos de ciudad. O más bien no definir una forma homogénea sino permitir el florecimiento de muchos proyectos que puedan funcionar independientemente unos de otros. Poner una pista de correr, y no ya un parque, se acerca a la monotonía de estar enjaulado en un domo abierto.
Da la sensación de que a los llamados 'Ayuntamientos del Cambio' les hace falta definir un modelo propio para la ciudad, una propuesta valiente. En Tetuán (Madrid), el distrito en el que vivo, una de las propuestas que salió adelante en los últimos presupuestos ciudadanos fue precisamente una pista para correr. No tengo nada en contra de que se hagan pistas para correr, pero me llama la atención que los técnicos municipales desecharan por inviables algunas propuestas de las asociaciones de vecinos y los movimientos sociales que ponían el acento en la exclusión social. Más allá de la anécdota de que la propuesta tuviera que ver con el 'running', creo que mucha gente que votó a los 'Ayuntamientos del cambio' espera de ellos que se atrevan a llevar a cabo políticas más radicales.
Desconcierto. ¿Hay más personas que no andan en auto que las que sí?
No podemos pensar nuestras ciudades actuales sin el coche porque ocupa la mayor parte del espacio público pero somos mayoría las personas que no nos movemos en coche.
Error 404, decídase mi viejo:
P: Hablas de la relación del 'running' y la clase social. ¿Es el 'running' clasista?
R: Como lo planteo en el libro sí, pero salir a correr no. Llamo 'running' a todo el discurso alrededor del hecho de correr. De hecho, para salir a correr solo hacen falta unas zapatillas. Es uno de los deportes más baratos. Pero en la práctica obedece a unos intereses de clase y lo practican unas clases más que otras. Hay que tener en cuenta todo el mercado alrededor del correr.
La mujer participa también en este deporte pero está expuesta, según el autor, a muchos obstáculos:
Históricamente la mujer ha tenido una posición de subordinación en el deporte que ha ido variando conforme a los cambios del patriarcado [...] la mujer ha ocupado el espacio público pero sigue siendo escrutada por el hombre. El peligro del acoso callejero, como contó Karen Cordano en 'The Huffington Post', sigue ahí. Para muchas mujeres ha supuesto una liberación ocupar el espacio público pero por otro lado, si pensamos en una mujer corredora, nos viene a la imagen un prototipo de mujer urbana y ejecutiva. En el caso de la mujer 'runner' también se promueve el discurso del emprendimiento y el liderazgo. La 'runner' es una mujer con valores masculinos. Por otro lado contamos con ejemplos positivos de mujeres deportistas que han hecho gestos políticos, como Kathrine Switzer, la primera mujer en participar en el maratón de Boston en 1967 cuando aún no estaba ni permitido.
Enfoque racial! ...
P: Das un análisis de clase y de género al correr pero echo en falta un enfoque racial cuando hay momentos icónicos del deporte como Jesse Owens en Berlín 1936 y el saludo del 'Black Power' de Tommie Smith y John Carlos en el podio de México 1968.
R: No lo hago porque al ser un ensayo corto quedan muchas cosas fuera y me queda algo lejos. No veía ejemplos cercanos a mí pero es muy interesante. Esos ejemplos son actos políticos de propaganda positiva que han servido a valores antifascistas y antirracistas. Hay otras historias en el deporte que nos aportan valores positivos como cuando las clases bajas en Inglaterra empezaron a boxear con su propio estilo en el cuadrilátero y se visualizaba una guerra de clases. Todo esto muestra que los hechos son más complejos de lo que parece.
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