ramoneando

proprioceptiva

Estaba dando vueltas en una librería en EEUU. Estando adentro del negocio físico, a fines de 2009, conocí ChiRunning. Bastante por casualidad me topé sin querer con ese título bizarro. Miré con sumo escpeticismo cuando dí con el libro que tenía ese título. Casi con sorna pensé en las pavadas que se inventan hoy con nombres baratos o con ideas mezcladas de marketing y new age. En esa librería yo trabajaba en el momento así que la política era que los préstamos estaban ok. Leí la introducción y para mi sorpresa, en la siguiente salida a correr, ya sentí interesantes y liberadoras impresiones nuevas al moverme. La idea y la realidad era un poco la de la soltura de un chico niño con menos de una cifra de edad.

Inmediatamente quise hacer más de lleno en este terreno que siempre intuí pero nunca antes había podido ponerle un nombre o una sistematización. A principios del 2010 ya decidí empezar a hacer tai-chi de manera continua. En los primeros seis meses desde que agarré el libro por primera vez hubo una progresión absoluta en el uso de los gemelos: se liberaron de cualquier esfuerzo, ya no sentí nunca que hicieron nada en realidad. Solo años después sentiría agotamiento en los tendones del lado y la parte baja, cerca de los tobillos; pero muscularmente cansancio cero.

Descubrí tiempo después que mi postura no era del todo recta, que me quebraba por la cintura y por eso se me agotaban un poco los cuádriceps. Esto también tuvo su tiempo de aprendizaje, tal vez varios meses de progresión, con afinamientos durante un año y medio, y dependiendo de la velocidad a veces vuelve alguna molestia, pero en general las piernas se liberaron en un 80% de esfuerzo en los primeros 2 a 4 años. En lo que sigue sólo buscaría hacerlos más flexibles.

Después del periodo inicial de cambios mecánicos, aparecieron otras sensaciones sobre el eje central con los cuales todavía trabajo. El cuello y los hombros tuvieron su primer periodo: pienso que sentarse en la mesa y escribir afecta el uso y altura de los hombros. Después de ir corrigiendo esto hubo ciertos dolores menos fáciles de identificar y que funcionan a lo largo del día aún en descanso. Principalmente fue el pecho indeseablemente y excesivamente hinchado. Encorvarse no parece demasiado solución. Tal vez tenga que ver con el uso del diafragma. Nunca lo sentí hasta hace poco. Siempre un camino positivo por delante para trannsitar.

También están las consideraciones que ya ni tienen que ver con la musculatura, y ni siquiera con tendones ni corazón ni pulmones. Los huesos. En los pies tengo una levísima hinchazón del hueso del dedo gordo del pie. Un juanete! Pero creo que es producto de la fricción del metatarso al flexionarse los dedos hacia atrás y cargar peso sobre ese doblés. Una estrategia de ataque a este creo que es similar al de la cura contra la fascitis plantar: girar el pie sobre una pelota de lacrosse.

Lo positivo es ir no solamente sientiendo cosas nuevas a cada etapa sino también cómo las exigencias cambian no en el sentido de querer hacer más de lo mismo sino aumentar el cambio en zonas de sensibilidad y que la fuerza venga del centro. Y que lo periférico sea más flexible. La fuerza del centro es literal: lumbares aprendieron a nivelarse tempranamente en esta auto-pedagogía. Ahora la molestia que siento estaría a nivel de los homóplatos, pero el músculo que corresponder ahí sería una de las dorsales infiero. Bruce Lee seguro sabía estirar esta parte.

Nota bene: no sólo de pan vive el hombre.