ramoneando

los más necesitados

“Una colcha para este invierno le queremos llevar a los más necesitados”, decían en la iglesia. Al final uno diría que a excepción de unas malas distribuciones en El Chaco, gruesamente no hay tantos en este momento del país que pasen hambre, o frío. O tal vez uno debería saber mejor que eso.

Ese mismo día más tarde al mediodía comíamos pasta. Escuchábamos un stand-up criollo sobre los perros que no saben si son perros y que van al psicólogo para perros, y que los pasean: están mejor tratados que nosotros casi era la conclusión solapada pero humorística. Menos hambre, menos pobreza general pero igualmente siempre habrá alguna catástrofe social. Ya casi los problemas de estas latitudes no son graves de vida o muerte, pero sí de estar adentro o fuera de algo, olvidado o reconocido.

Ahora, si es que estamos así bastante mejor que antes, ¿quiénes son los mas necesitados? y ¿qué es lo que necesitamos?