ramoneando ramoneando Willie: ¿Llamás eso una cicatriz? ¡Esto es una cicatriz!
Nelson: Eso es un pupo. Todos tienen uno.
Willie: [triste] Pensé que yo era especial.
— Simpsons [2011- s22e10]:
Madres que quisiera olvidar
[el primer requisito para ser un sociólogo es] nunca creer apresuradamente en que la gente del pasado es estúpida, absolutamente cruel, ni que en el presente sean perversos, ni desesperarse por su futuro.
— Gabriel Tarde
Siempre acordate que sos absolutamente único.
Igual que todo el mundo. — Margaret Mead
No es estúpido el pobre Rafa Górgori. Es chiquito, todavía va a la escuela primaria. Es cierto que su coeficiente intelectual debe ser bastante bajo. Pero lo que resalta en él es que casi siempre sonríe, recibe el amor de sus padres, y es tremendamente ingenuo.
Su carta de presentación es meterse un crayón, o cualquier cosa ocurrente, en la nariz y decir soy especial.
Para sostener que uno es un copo de nieve único en el universo hay que tener muy poca (o mucha) edad o imaginación, o tener una valoración importantísima de sí mismo, casi sin conciencia del mundo exterior. Puede ser que todos seamos especiales, o solamente algunos. O nadie también. Pero ¿en relación a qué? Somos muy poca cosa en la cuenta grande de las estrellas. Una banda yanqui sabe esto y lo lleva por bandera: Alien Ant Farm.
Al final, burlarse de la ingenuidad del pequeño Rafa es una ironía feroz. En realidad lo que despierta a la empatía con él es que todos tenemos un poco de eso: una mirada vacía, simple, sin explicación. ¿Qué sabemos del cosmos, del sentido de la existencia y cómo llevar una vida con alegría? Por lo menos este último punto parece algo que él sabe hacer mucho, y que haríamos bien en copiarle.
