El pobre Chappie no hizo nada malo, o por lo menos nunca tuvo mala intención*. Bastante logro, considerando que además tenía la etiqueta de policía siempre en su pecho: y en Joburgo eso parecía bastante estigmatizado. Y por eso era objeto de ataques.
Algo singular lo caracteriza de entrada, hasta la punta de la oreja es de él y nadie más. Pero lo físico no es lo central. Más bien llama a la primera diferencia que sea un bebé que aprenda tan rápido y la madre le enseña que lo que importa es lo de adentro.
En una línea general: ¿por qué toda situación lleva a una pérdida de inocencia? Y ¿por qué cuando aparece un ser inocente los que sepan que pueden aprovecharse lo hacen? Parece que la secuencia de crecimiento siempre fuera: aprender un lenguaje y en entorno grato, ser agredido por el mundo exterior, escapar de todo.
Varias tramas interesantes en diferentes protagonistas en IA-robots:
Incluso Chappie accede al atraco con la promesa de más vida/batería. Pero después cae en la cuenta de que lastimó a una persona. Una estrella ninja no pone a dormir. Retira el objeto del cuello sangrante y pide disculpas.
Otro logro de la IA es robar (por idea propia!) un casco para transferir su consciencia. Lo logra junto con varias consolas de videojuegos: un experimento mami.
Nota bene: Chappie se arriesga a buscar el casco neuronal a pesar de que le disparan. Altruismo físico-digital.
*: (A lo sumo le da una lección a un hombre malo.)