La libertad, como la razón, sólo existe y se manifiesta por el constante desdén por sus propias obras. Por eso la ironía fue siempre el carácter del genio filosófico y liberal, el sello del espíritu humano e instrumento del progreso. Los pueblos estacionarios son graves. El pueblo que ríe está mil veces más cerca de la razón y de la libertad que el anacoreta que ora o el filósofo que argumenta.
Desde el punto de vista bárbaro, libertad significa aislamiento; cuanto menos se ve limitado un hombre por la acción de otros, más libre es. La máxima libertad sería la existencia de un solo hombre sobre la tierra. Desde el punto de vista social, libertad y solidaridad son términos idénticos: cada uno tiene que encontrar la libertad en la del prójimo, y no un límite, como en la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1793, sino un auxiliar. El hombre más libre es el que tiene mayor relación con sus semejantes.
– Pierre Joseph Proudhon