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Benjam铆n Ju谩rez

2018-09-04

Carlos Thays, el franc茅s que le dio color a los parques y estancias argentinas

Sonia Berjman

30 de agosto de 2018

Paisajista franc茅s que lleg贸 a la Argentina a finales del siglo XIX. Fue Director General de Paseos P煤blicos y dise帽贸 varios de los parques y estancias m谩s importantes del pa铆s.

Hijo 煤nico del matrimonio de Simon Thays -tip贸grafo de origen belga- y Ernestina Paris -proveniente de una familia comerciante de Versailles-, naci贸 en Par铆s el 20 de agosto de 1849. Qued贸 hu茅rfano a los siete a帽os y fue bautizado como Jules Charles en la parroquia de Saint Germain des Pr猫s a los diez. Sin embargo, al radicarse en la Argentina consider贸 necesario cambiar su nombre de pila por C谩rlos (con acento), porque pensaba que as铆 deb铆a escribirse para su correcta pronunciaci贸n en espa帽ol.

En Buenos Aires conoci贸 a la muy joven Cora Venturino, con quien se cas贸 en la Iglesia de Nuestra Se帽ora de la Piedad en 1892. 脡l ten铆a 43 a帽os y ella 18. A pesar de la diferencia de edad, siempre fue un gran amor. Cora usualmente acompa帽aba a su marido en sus trabajos, ya fueran cabalgatas de exploraci贸n por la selva misionera, o la construcci贸n de parques en la ciudad de Buenos Aires. Era su costumbre llevar a sus dos hijos -Carlos Le贸n y Ernestina- y una canasta de pic-nic para pasar el d铆a juntos. Quiz谩s a esos or铆genes obedezca el hecho de que la familia Thays lleva ya cuatro generaciones de paisajistas. Carlos Le贸n (1894-1962) fue, al igual que su padre, Director General de Paseos. Su nieto, Carlos Julio Thays (1926-2017) se desempe帽贸 en el 谩mbito privado y fue Presidente de Parques Nacionales. Su bisnieto, Carlos Thays (1959) es ingeniero agr贸nomo y trabaja como paisajista desde 1978.

El pionero Thays no tuvo una formaci贸n acad茅mica sino una instrucci贸n pr谩ctica al lado del gran paisajista franc茅s Edouard Andr茅, con quien trabaj贸 por m谩s de una d茅cada, secund谩ndolo en la construcci贸n de sus famosos jardines europeos. Fue por su recomendaci贸n que viaj贸 a la Argentina.

Lleg贸 a C贸rdoba a los 40 a帽os de edad -ya experimentado y en plena producci贸n- para proyectar y construir un parque para una nueva urbanizaci贸n. Terminado su trabajo, deb铆a volver a Francia v铆a Buenos Aires cuando el intendente Francisco Bollini le solicit贸 hacerse cargo de los paseos porte帽os, pedido que Thays condicion贸 a que se llamara a concurso p煤blico de antecedentes y propuesta. Sali贸 airoso de esa prueba, y se desempe帽贸 en el cargo desde 1891 hasta 1913.

En esos a帽os concret贸 y remodel贸 la mayor铆a de los espacios verdes que hoy tenemos: parques 3 de Febrero, Los Andes, Ameghino, Col贸n (hoy desaparecido), Patricios, Chacabuco, Pereyra, Centenario, Lezama, Avellaneda, Alvear; plazas del Congreso, de Mayo, Rodr铆guez Pe帽a, Sol铆s, Castelli, Brown, Balcarce, del Teatro Col贸n (hoy perdida) y jardines en hospitales, regimientos, edificios p煤blicos, arbolado de calles, a las que dot贸 de 150.000 ejemplares. Al mismo tiempo, proyect贸 y construy贸 los paseos del Parque Sarmiento de C贸rdoba, el Paseo General Urquiza de Paran谩, el Parque San Mart铆n de Mendoza, el Parque 20 de Febrero de Salta, el paseo General Paz, el Boulevard Mar铆timo y la Plaza Col贸n de Mar del Plata, y el Parque 9 de Julio de Tucum谩n. Esta vastedad geogr谩fica se ampli贸 con sus intervenciones en Uruguay, Chile y Brasil.

Tambi茅n descoll贸 como paisajista de alrededor de 50 parques de estancias y 40 jardines de residencias. Al repasar los apellidos de sus due帽os es f谩cil obtener una cabal pintura de la alta sociedad de su tiempo.

Los Thays ya llevan cuatro generaciones de paisajistas: a Carlos se sum贸 su hijo, Carlos Le贸n, su nieto Carlos Julio y su bisniesto, Carlos.

La acci贸n de Thays excedi贸 la arquitectura paisajista para adentrarse en el urbanismo (Palermo Chico), en la producci贸n (descubri贸 el proceso de germinaci贸n de la yerba mate, lo que permiti贸 la extensi贸n de los cultivos econ贸micamente rentables), en la ciencia (intervino en la formaci贸n del Jard铆n Bot谩nico de Buenos Aires como un verdadero centro cient铆fico de primer nivel; estudi贸 nuestra flora por medio de varias excursiones que lo llevaron por casi todo el pa铆s); fue escritor (El Jard铆n Bot谩nico de Buenos Aires, 1910) y periodista (redactor de la Revue Horticole, Par铆s, durante diez a帽os). Pero adem谩s, fue gracias a sus informes que en 1909 se procedi贸 por Ley Nacional a reservar las tierras que circundan las cataratas del Iguaz煤 con miras a la creaci贸n de un Parque Nacional. Hab铆a sido invitado por el entonces Gobernador del Territorio de Misiones, Juan Jos茅 Lanusse y por Ezequiel Ramos Mexia, Ministro de Agricultura de la Naci贸n. Lleg贸 el 6 de abril de 1902 y permaneci贸 dos meses. Present贸 un proyecto en el que introdujo de manera decisiva el tema del turismo a zonas naturales, combinando la protecci贸n de la zona y la intenci贸n del goce paisaj铆stico.

No olvid贸 sus lazos con Francia, efectuando varios viajes para comprar obras de arte para el espacio p煤blico de Buenos Aires, o para dar conferencias. Una de las m谩s interesantes fue la que pronunci贸 en 1913 en Par铆s explicando la importancia de los parques nacionales, donde declar贸 que el incipiente Parque Nacional Nahuel Huapi "no va a la saga de los m谩s lindos paisajes de Suiza, por ejemplo, sino todo lo contrario: por su diversidad de aspecto, por la variedad y la abundancia de sus bosques naturales y de tantos elementos que le son propios, los supera por su incomparable belleza."

Plasm贸 sus obras buscando la est茅tica, la higiene y la recreaci贸n, entendida esta como igual para todos los ciudadanos.

Cultivador del estilo mixto, era el gran maestro de las curvas, aunque siempre incorpor贸 rectas para balancearlas. Cada una de sus obras tiene un sello: lagos, fuentes, estanques, piletas, kioscos, pabellones, jarrones, bancos, estatuas, escalinatas, farolas, canchas para diversos deportes, invernaderos.

De gran humildad y buen humor, fue querido y admirado por todos, incluidos los obreros con los que trabajaba. Cuando muri贸 el 31 de enero de 1934, una multitud acompa帽贸 sus restos hasta el Cementerio de la Chacarita.

Hoy, Buenos Aires lo honra al haber dado su nombre al Jard铆n Bot谩nico que 茅l cre贸 -y donde vivi贸 con su familia- y al Parque Thays. Pero su mejor recuerdo y regalo son sus obras y los distintos colores y perfumes que disfrutamos a lo largo del a帽o brotando de 谩rboles aut贸ctonos y de otras especies aclimatadas por 茅l a esta ciudad: el lapacho en septiembre, el ceibo en octubre, el jacarand谩 en noviembre, la tipa en diciembre, y luego el palo borracho por varios meses.

Tambi茅n pod茅s leer la entrevista con Carlos Thays, bisnieto del c茅lebre paisajista.

Por: Sonia Berjman

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